Valoración de contexto
La naturaleza investigativa de
este texto se refleja en el intento de integración de fenómenos sociales al
análisis de la literatura. Se trata de un texto de divulgación dirigida a
lectores no especializados en la historia de arte pero en búsqueda de premisas
para vincularla con el estudio sociológico; es también, al parecer, producto de
una trayectoria de búsqueda personal del autor para relacionar estos dos
ambientes.
Puede que sea el intento para determinar el marco histórico o
sociocultural de su propia producción literatura lo que le lleva a lanzarse a la
pesquisa del lazo entre lector, entorno y literatura, de modo que se permita
justificar o simplemente dar relevancia al movimiento literario que tiene lugar
en los espacios tipo blog, asociándolos con las formas de comunicación vía
Internet y redes sociales en los cuales estamos inmersos tanto como individuos,
lectores o escritores. Finalmente se especifica la vertiente del análisis de literatura
virtual dentro de un contexto de comunicación globalizada.
Análisis del texto
Al intentar explicar el texto es
conveniente comenzar aclarando que éste toma lugar dentro de una línea
investigativa denominada trascendentalista
en la que la valoración lingüística y semántica de un texto tiene que
completarse con los elementos periféricos a su construcción, es decir, con la
estructura social[1];
de ahí la denominada sociología de la literatura.
Ahora bien, la socio crítica, como dice el autor, se dedica a buscar la
relación entre el entorno social y la producción de literatura a través de la
valoración ideológica de los autores (reconociendo su posición en el entorno
socio-económico) y, en segundo lugar usar los textos literarios como
ilustración del marco económico y la estratificación social de la que surgen[2].
El autor remarca en la utilidad de estudiar la literatura como "la
ilustración de la sociedad" usando textos poéticos, filosóficos o
narrativos como "documentos de la época". A este punto podemos comenzar
hablar ya de una relación entre la sociología de literatura y el materialismo
de Marx.
Dentro de esta corriente, la estructura social es consecuencia de los
modos de producción de cada momento histórico, a la vez que deja su huella en
los elementos producidos, léase con esto utensilios, alimentos o creación
literaria. En nuestro caso concreto se propone estudiar tres formas de
producción[3], la
general (en otras palabras, la producción para la subsistencia, que
proporcionará el marco social al que está sujeto el autor); la producción
literaria (libros editados, sacados a la venta y consumidos) y la producción de
ideología general (el arte será siempre manifestación de la ideología en boga).
De modo complementario cabe añadir, como el autor bien apunta, que la
literatura ha sido institucionalizada como mecanismo de transmisión cultural de
la ciencia moderna, lo que le da la facultad de determinar factores del resto
de la estructura social.
Sin embargo este concepto es llevado un poco más lejos en el texto cuando
se considera a la literatura "una realidad, fenómeno o institución
social" por sí misma. Una institución social se denomina como tal cuando
es un marco que nos permite adecuarnos a una situación. Ahora bien, aunque es verdad
que la literatura y la sociedad están íntimamente conectadas (y como pasa con todas
las artes, la primera es producto de la segunda), considero que darle tanto
peso a la producción literaria puede ser una sentencia más bien arbitraria que demerite
la función de otras actividades.
Quizá una asociación unidireccional -el hecho admitido de que la
literatura es producto de la sociedad y estudiarla como semblanza de ésta-
resultaría menos comprometedor que hablar de la ella como condicionante de una realidad social[4]. Admitimos
que es fácil reconocer a una obra literaria como producto inseparable de su
medio, tómense por ejemplo algunos textos que han sido determinantes para el
cambio del paradigma ideológico como "Tótem y tabú" de Freud o
"El Capital" de Marx, que significaron revoluciones tanto ideológicas
como políticas; sin embargo, estudiar estos documentos como literatura es
desprestigiar su valor psiquiátrico o filosófico (asumirlos únicamente dentro
del contexto artístico sería como sugerir que las herramientas de caza son el
fin de producción antes que la caza misma); el hecho de estas ideas hayan
quedado guardadas como forma de libro es resultado de una necesidad de
divulgación, no tanto del deseo intencionado de producción artística.
Aunado a lo anterior, el autor menciona una dificultad más al análisis:
la literatura, dice, conforma un lenguaje diferente al ordinario, por lo que
estamos ante un arte que es llevado a cabo en
la interpretación del lector, aumentando así la ambigüedad del término (como si
ya no fuese bastante difícil intentar comprender qué es el arte). En este
contexto estamos ante un esquema en el que la literatura ya no solo está
compuesta por una estructura orgánica social, sino que pasa a ser esta estructura. En el extremo de está postura tenemos a Eagleton, quien denomina literatura
a la forma de percibir la realidad escrita u oral, lo que más bien parece igual
a reducirla a nada.
Valoración conclusiva
No cuesta mucho percatarse de
que un fenómeno artístico (llámese este danza o literatura) es producto de su realidad
social, pero para considerarlo elemento indisoluble de la organización sería
necesario estructurar una serie de pautas que 1. determinen dónde está la esencia ambas
estructuras y 2. demuestren su desarrollo colateral. Sin lo anterior, la
esencia artística podría ser lo que la variable moda ideológica decidiera que sea.
En otras palabras, sería necesario definir claramente la literatura para
considerarla como un organismo de capacidad coercitiva y estructurante, y lo
que vemos en el texto es prácticamente lo contrario: lejos de definir sus
límites o su esencia, se le enmarca dentro de la globalización y se le hace parte
de los océanos de tendencias subjetivistas. Con esto no queremos negar de
ninguna manera el hecho de que la literatura es una herramienta de
deconstrucción y reconstrucción epistemológica, ideológica e incluso semántica;
y que, al igual que la cultura, está en constante evolución inventándose a sí misma,
por lo que al día de hoy existe en conformidad a los fenómenos globlalizantes
de comunicación.
El autor resalta la relevancia de la blogsfera considerando esta manifestación como una de las más
importantes de la literatura moderna, sin extender su estudio a un análisis más
minucioso de la evolución de la misma. Esto nos deja con elementos suficientes
para alcanzar a ver hacia donde están llevando la tecnología a la actividad
literaria pero igual del desarmados al momento de evaluar los alcances de esta
nueva tendencia.
Bibliografía
Eagleton, Terry, 2012,
"The event of literature", Yale University Press, U.K.
[1] Veremos más adelante que, en la misma línea de investigación pero en
sentido inverso, está la idea de determinar una estructura social en relación a
su producción física. Lo anterior es parte del materialismo como lo encontramos
en Marx o en Harris.
[2] Un claro ejemplo de esto quedó expuesto en el estudio de las raíces
ruso socialistas y americano individualistas de "El Manantial" de Ayn
Rand; vimos que la obra es a la vez producto de la estructura social (el
individualismo norteamericano del que se impregnó la autora tras su huída del
régimen soviético) y al reflejo de la ideología reinante (que queda constatada
en la forma de actuar y hablar de los personajes).
[3] Eagleton, 2012.
[4] Bajo la conciencia antropológica de que cada uno de los factores
sociales van determinando la conformación de la cultura, no podemos asumir que
la literatura sea una institución de mayor peso que la televisión, por ejemplo.
Incluso, decir que es una
institución significa asumirla como marco de referencia generalizada... a este
respecto, creemos que son más bien otros espectros sociales los que, valiéndose
de la palabra escrita como medio, regulan la estructura social general.
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