El documento explica la transformación del sistema alimentario dentro
del contexto de globalización, analizando tanto los fenómenos que ocurren
dentro del mismo como su desarrollo hacia la crisis alimentaria en un periodo
específico, el del "régimen alimentario corporativo" que comienza en
los 80 (a la par que la globalización). Los cambios acaecidos en este tiempo han
implicado, citando al texto "un cambio cualitativo en los modos de
organización" en el que los "imperios corporativos" se han
apropiado del control de la producción de alimentos a nivel planetario así como
de nuestro consumo.
El autor
Para su análisis el autor se
vale de ejemplos detallados (como el caso de la importación de arroz
norteamericano en Haití o el hecho de que una empresa como Walt Mart genere
ingresos mayores al del PIB de 20 países -!-) que revelan el dominio que tienen
estos gigantes sobre los eslabones más altos de la escala productiva, lo que
los posiciona para absorber la mayor cantidad de valor añadido en la misma de
modo que se continúe el círculo interminable: estas empresas adquiriendo poder
político que les permite determinar los precios del mercado, que al verse, a su
vez, reducidos, inclinan la balanza de consumo a su favor, lo que aumenta el poder
de los imperios hasta el punto en el que las decisiones de producción -es
decir, de su producción
(lugar, calidad, condiciones, distribución del trabajo, sueldos)- estén todas a
su cargo.
Ahora bien, en un estudio que
da vértigo (debido a la revelada alevosía del proceso), el autor explica los
elementos que han hecho posible esta cadena de financiarización de lo
alimentario en favor de imperios corporativos. Intentaré resumirlos.
1. De cómo se financian estas empresas. Hemos hablado en clase del
mecanismo de deudas no exigibles que permite a las corporaciones expandirse sin
necesidad de inversión propia, sino que es el comprador el que les financia, al
comprar sus acciones quitándoles así todas las restricciones monetarias para
apropiarse de los recursos materiales con este capital inventado[1].
2. Sobre cómo se legislan estas empresas. La Organización Mundial del
Comercio se encarga de reforzar esta estructura avalándose de la idea de que
las políticas implementadas apuntan a la optimización de recursos. Para esto
-para que la mano mágica del mercado regule el aprovisionamiento más eficaz de
recursos- es necesario eliminar todas las restricciones de intercambio (es
decir, reducir por un lado dificultades para las exportaciones masivas
-aranceles- y por otro descuidar las de producción local).
3. Dependencia del mercado para seguridad alimentaria. El
desmantelamiento de organismos que hacen posible la autoabastecimiento
alimentario pone a los países en un estado de dependencia del mercado para
garantizar el abastecimiento alimentario. Según la FAO, seguridad alimentaria
es el acceso físico y económico a alimentos inocuos y nutritivos que satisfagan las necesidades alimentarias
de toda la población. Ante esto notamos que
; esto es igual a un peligrosísimo riesgo de inseguridad, puesto que un
país que depende de otro para satisfacer su necesidad más elemental -la
alimentación- está poniendo toda su autonomía (económica, social, laboral) en
manos de este otro que determinará sus decisiones en absoluto en pos de la
seguridad de los elementos alimentarios sino del mantenimiento del estatus quo de la estructura de
producción.
4. El papel de las nuevas tecnologías. Además de las ya de por sí
malévolas estrategias del marketing, la tecnología y la ciencia son utilizadas
en esta manipulación del capital biótico a través de los transgénicos; amén de
la apropiación vía biopiratería que es posible gracias a las modificaciones
genéticas que pueden hacerse de un producto natural, apropiándose así de éste
5. Dominio del tiempo y espacio. Es verdad que desde Polanyi viene
denunciándose la transformación de la tierra en mercancía, pero quizá ni
siquiera él mismo habría podido predecir el uso de ésta como un elemento más en
el entramado estratégico de manipulación de recursos. Disponer de la tierra
arbitrariamente en favor de la "eficiencia" es el epítome de la
mercantilización de todo -y de paso de nuestra subordinación entera a ésta.
Todos estos elementos nos llevan a una situación difícilmente
ignorable: la crisis alimentaria.
1. Malnutrición de países del sur
2. Envenenamiento de países del norte
3. La propia crisis ecológica
[ aquí se perdió la info y se me
quitaron las ganas de seguir]
[1] Utilizo este término, aunque improvisado, a falta de otro que ilustre
mejor la calidad ficticia del dinero generado por venta de acciones.
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