Algunos otros recovecos epistemológicos
Ahora que
hemos explicado lo que hace a una etnografía nos centraremos en algunos
procesos que han reconfigurado la forma de hacer de nuestra disciplina,
centrándonos en el tema de la Representación y con la respectiva crisis que
trajo el desarrollo de la antropología hermenéutica.
LA ETNOGRAFÍA COMO REPRESENTACIÓN
Díaz de Rada
explica la crisis de representación como consecuencia de la propuesta
interpretativa. En esta propuesta usa la analogía de la penetración analítica
en un texto literario para el estudio de las culturas, de modo que la crisis se
apoyó en la crítica literaria.
Se cuenta que
un investigador en una comunidad de Gabón iba a tener una importante entrevista
con un informante cualificado, la preparó con la lectura de una monografía
clásica sobre la zona. A medida que el
investigador iba preguntando las preguntas que tenía preparadas recibía
respuestas pertinentemente, hasta que, en un momento en que formuló una nueva
pregunta, el entrevistado titubeó un poco y se excusó, volvió al cabo de un
momento con un ejemplar en la mano de la misma obra clásica que había servido
al investigador para preparar la entrevista.
Pero no le
ocurrió únicamente a este investigador, también los informantes nativos en
América conocían las monografías de Kroeber por citar solo un ejemplo. Imaginemos
los problemas (paranoias) que un evento así pudo haber suscitado en los
entrevistadores. Los nativos no solo participan en la autoría de la
interpretación, muchas veces la conocen, la manejan, quizá hasta la utilizan (a
saber lo que hacen con ella).
En esto
consiste la crisis: el sujeto involucrado forma parte de su propia
representación ¿sabrán llevarlo correctamente el investigador y el
investigando? ¿hasta qué punto uno se convierte en otro?
James
Clifford resume las nuevas condiciones de producción etnográfica:
-Ya no es posible actuar como si el investigador fuera
el único y principal portador de la cultura al escribir su trabajo.
-Cada vez es más frecuente que los informantes lean,
escriban e interpreten versiones anteriores de la propia cultura.
-Se ha disuelto en parte una poderosa distinción: la
división del globo en pueblos letrados y no letrados. Las relaciones entre
informante e investigador han cambiado y ello conlleva el replanteamiento de la
autoridad y la autoría etnográfica.
La propuesta
desde el posmodernismo de Marcus y Fischer es que la etnografía capte “el
contexto histórico de sus sujetos y registre la acción constitutiva de los
sistemas relacionales políticos y económicos sobre el nivel local, donde el
trabajo tiene lugar. Esas acciones no son meros impactos externos, sino que los
sistemas tienen su definición y penetración local y afectan intrínsecamente la
formación de significados compartidos en los mundos íntimos de los sujetos
etnográficos.”
Lo habrán
dicho, quizá, como una advertencia al antropólogo para tomar en cuenta el medio
real que será afectado por su trabajo y al mismo tiempo que no contar con los
sujetos como si fueran seres pasivos, aún no formados.
Llevado a su
terreno, dirá Díaz de Rada que intentamos producir modificaciones en los puntos
de vista de los receptores para los que escribirnos (él se refiere a lo que le
gustaría que su trabajo influyera en el terreno de la educación): “Nuestra
tarea consiste en propiciar descentramientos que en la medida de lo posible
comprometan a las personas en sus vidas reales, pero hay que reconocer que una
visión triunfalista sobre este asunto sería desmesuradamente inocente.”
En este
sentido, el potencial transformador de la etnografía radica en el recorrido que
el investigador realiza por la trama de la cultura como construcción cotidiana. Para el etnógrafo, las grandes ideas
carecen de sentido sin un asiento sólido en las pequeñas realidades.
Otra de las paranoias
paranoia a la hora de hacer Antropología es la construcción del objeto de
investigación (sí, no se descubre, no se delimita: se construye). A este
respecto Bourdieu nos da muchas pistas, adelantando eso de que “el punto de vista crea el objeto”, una
frase que, en realidad es de Sassure[1], pero resume magníficamente el vector epistemológico
que él defiende al mismo tiempo que critica las deficiencias del método
hipotético-deductivo.
Cómo se crea el objeto/ problema de investigación[2]
Abner Cohen
en Two-dimensional man explica que “una
disciplina se define en términos de los principales problemas con los que
lidia. Un problema refiere a un hueco existente en nuestro conocimiento acerca
de la forma en que las variables se relacionan entre sí. El avance de la
disciplina esta en relación a la identificación y aislamiento de estas
variables en el análisis de su interdependencia.”
El problema
de investigación conduce a identificar variables, aislarlas y analizar su
interdependencia, de ahí a generar explicaciones o interpretaciones, pero su
importancia radica en que hace avanzar en
el conocimiento de las ciencias sociales (Bourdieu en “El sentido
práctico”), puesto que su definición
y evaluación será la materia prima
de la disciplina.
Lo anterior se explica si tomamos en cuenta el
vector epistemológico: es la teoría la que construye el hecho (y por lo tanto
la observación) y no en sentido opuesto.
He aquí una
cita de Boris Salazar que apoya lo dicho.
La ciencia no puede definirse por un sector de la realidad o adjudicárselo como propia, el abordaje si lo convierte en investigación científica. El objeto de investigación surge de este enfoque: el objeto de investigación no existe si no a través de una problemática teórica.
Lo real no tiene nunca la iniciativa, puesto que sólo puede responder si se lo interroga, de aquí que no existe equilibrio entre las hipótesis y las pruebas empíricas. De modo complementario, sin teoría no se puede interpretar una sola lectura.[3]
Bourdieu arremete con una crítica contra el positivismo, puesto que este se limita a hacer reinterpretaciones inconsecuentes y confirmaciones en condiciones técnicas, esto es lo que genera la sociología espontánea (e ingenua).
VECTOR EPISTEMOLÓGICO (para mayor referencia leer el artículo sobre Renuncia empirista en este mismo blog[4])
“Si el avance del conocimiento en las ciencias sociales debiese tomar la forma de investigaciones sobre el curso de acción más apropiado a cada situación social específica, la racionalidad observada por los agentes en cada modelo se convierte, entonces, en un objeto de investigación en sí mismo. Es decir, la descripción de cada situación social y la construcción del modelo correspondiente implicarían una investigación acerca del tipo de racionalidad adecuado a esa situación y a ese modelo de referencia. No habría, entonces, una sola racionalidad práctica aplicable en forma indiscriminada y atlética a todos los problemas de las ciencias sociales. En su lugar, habría un vasto rango de situaciones sociales, susceptibles de ser representadas en modelos formales, cuyo eje central de investigación y de creación de conocimiento es la búsqueda del tipo de racionalidad adecuado a esa situación. La racionalidad, entonces, no sería un atributo de los individuos, sino una propiedad emergente de múltiples procesos de interacción social, ocurridos en escalas temporales muy diversas, y dependiente de las condiciones típicas delimitadas por cada modelo específico.”
La ciencia no puede definirse por un sector de la realidad o adjudicárselo como propia, el abordaje si lo convierte en investigación científica. El objeto de investigación surge de este enfoque: el objeto de investigación no existe si no a través de una problemática teórica.
Lo real no tiene nunca la iniciativa, puesto que sólo puede responder si se lo interroga, de aquí que no existe equilibrio entre las hipótesis y las pruebas empíricas. De modo complementario, sin teoría no se puede interpretar una sola lectura.[3]
Bourdieu arremete con una crítica contra el positivismo, puesto que este se limita a hacer reinterpretaciones inconsecuentes y confirmaciones en condiciones técnicas, esto es lo que genera la sociología espontánea (e ingenua).
VECTOR EPISTEMOLÓGICO (para mayor referencia leer el artículo sobre Renuncia empirista en este mismo blog[4])
Se trata de buscar
en relaciones conceptuales entre problemas, por lo que “el objeto de
investigación, por más parcial y parcelario que sea, no puede ser definido y
construido sino en función de una ‘problemática teórica’ que permita someter a
un sistemático examen todos los aspectos de la realidad puestos en relación por
los problemas que le son planteados” (Bourdieu,
2002:54).
En el ensayo se reseña mejor la postura de Bourdieu,
aquí solo mencionaré las principales rectificaciones al método hipotético
deductivo.
En primer
lugar se opone a Aristóteles, Hume y todos los que ponen esperanzas de verdad
en el empirismo, rectificando el vector epistemológico que va ahora al revés:
de lo racional a lo real.
“La
definición del proceso científico como diálogo entre hipótesis y experiencia
puede rebajarse a la imagen antropomórfica de un intercambio en que los dos
socios asumirían roles perfectamente simétricos pero lo real no tiene nunca la
iniciativa, sólo puede responder si se lo interroga”. Los data no responden a las interrogantes
para las que no han sido construidos.
Además, nos
recuerda las condiciones epistemológicas de la retraducción de hechos: estos siempre
se reconstruyen y, sin la atención
adecuada, el registro fiel de datos puede conducir a sustituir prenociones del
investigador por las de quienes estudia o por una mezcla falsamente científica
de la sociología espontánea.
La estenografía es un tipo de experiencia cultural.
Toda experiencia cultural es experimental.
Paul Rabinow
Bibliografía
Bourdieu, P., Chamboredon, J.C., Passeron, J.C. (2005) El oficio del sociólogo. Madrid, Siglo
XXI.
Rabinow, P. (1992) Reflexiones
sobre un trabajo de campo en Marruecos. Madrid, Júcar.
Velasco, H. y A. Díaz de Rada. (1997) La
lógica de la investigación etnográfica. Un modelo de trabajo para etnógrafos de
la escuela. Madrid, Ed. Trotta.
[1] Utilizaremos una cita de Marx para apoyar
esta idea. El objeto es autónomo y está fuera de la mente, la forma de pensar
esta totalidad será producto de la mente y, puesto que esta responde a un marco
de intenciones es lo que definirá la investigación científica.
“La totalidad concreta, como totalidad de
pensamiento, como concreto del pensamiento, es in fact, producto del
pensamiento y la concepción… como todo pensamiento es producto de la mente que
piensa y se apropia el mundo del único modo posible… El sujeto real mantiene
autonomía fuera de la mente”.
[2] La creación del objeto de investigación depende, como
hemos visto en Durkheim y Sassure, del punto de vista. Puede equipararse al
Problema de Investigación (aunque Rosana Guber los diferencias por tener el
segundo esa cualidad problemática) y a la Unidad de Análisis. De lo que sí hay
que distinguirlo es de la Unidad de Observación, que será el lugar donde se
verifica.
[3] Ver el comentario de Bourdieu sobre
el golpe de estado teórico con respecto a la percepción de la experiencia “al
no hallar ningún punto de apoyo en las sensaciones de la experiencia, no podía
legitimarse más que por la coherencia del desafío imaginativo lanzado a los
hechos y a las imágenes ingenuas o cultas de los hechos” (Bourdieu: 2002: 73)
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